El trabajo de preparación se inicia generalmente eliminando a mano y con la ayuda de una azada todas las plantas silvestres que han crecido o los restos de la cosecha anterior, retirando y acumulando dicho material con la ayuda de rastrillo, horca y carretilla en el montón de compost situado junto al huerto.
Tambien es el momento para delimitar o planear las dimensiones, forma y distribución de los bancales de cultivo, caminos, zonas reservadas a semillero o almácigos, cajón o caseta de herramientas, compost, etc. Para esta tarea es imprescindible primero papel, lápiz y cinta métrica, y después una cuerda, estacas y martillo o maceta.
Para definir las zonas cuadradas o rectángulares, con ángulos rectos, podemos basarnos en el Teorema de Pitágoras y formar un triangulo rectángulo de 3, 4 y 5 m de lados (con 3 estacas, cinta métrica y cuerda de 12 m).
Después tendremos que cavar más a fondo la tierra, con la hazada o con una motoazada o mula mecánica a la que se ha acoplado una fresa-retovator. En esta fase es preferible que la tierra no se encuentre ni demasiado seca y dura, ni embarrada o excesivamente húmeda. Despues aprovecharemos para abonar con estiercol, compost, etc.
Cuando el terreno ha estado abandonado mucho tiempo y lleno de hierbas o arbustos más de un año, podemos intentar eliminar buena parte de las semillas silvestres regándo éste abundántemente. De este modo muchas germinarán al cabo de unos días y podremos retirarlas a mano o volver a labrar de modo que germinen antes de iniciar la siembra o plantación definitiva.
Más información:
- FAO - Factores de manejo en el cultivo del trigo
- FORMAS DE PREPARAR EL TERRENO DE SIEMBRA PARA OBTENER BUENAS COSECHAS
- Huertolandia
- Videos en youtube sobre Preparación del Terreno